"Una nueva Vizcaya a crear en El Bierzo"
La industrialización berciana.
La antigua provincia del Bierzo se encontraba todavía a finales del s XIX en una grave postración económica basada en un sistema agrario escasamente desarrollado y de tipo de subsistencia. La existencia de grandes reservas de carbón era ya conocida desde al menos 1764 cuando con motivo de las obras de construcción del Camino Real a Galicia se localizan importantes bancos en El Bierzo Alto. Sin embargo, tardaría en buscarse su aprovechamiento (la cuenca berciana fue la última en ser explotada) y sorprendentemente perduraría una importante industria de elaboración de carbón vegetal (se producirá una gran deforestación como causa de ello).

Sin embargo el definitivo impulso industrializador tuvo que esperar hasta la I Guerra Mundial cuando la carestía de productos energéticos provocada por la contienda europea obligo a España a implementar la producción nacional. Como consecuencia de ello el propio ministro Francisco Cambó puso en marcha la explotación de los yacimientos carboníferos de Laciana con suma celeridad.

La M.S.P. inicia una desbordante y dinamizadora actividad que cambia la vida del Bierzo entre 1918-1921, trayendo la electricidad con la construcción de la primera central térmica en 1919 que daba servicio a sus actividades, y que con la remodelación de 1929 también produce para la población y el mercado. Se convertiría en la primera empresa de ámbito regional berciano. El Bierzo comienza a aumentar su población sobre todo favorecido por saldos migratorios positivos, a pesar de la mortandad del “mal de moda” o gripe de 1918.

Otras industrias se ven también impulsadas como la cementera que se vería tantas veces desbordada por la fuerte demanda industrial y de obras públicas, así en 1923 se funda Cementos Cosmos en Toral de los Vados.
En los años 30 se produce cierto estancamiento por la crisis europea, a pesar de ello hay cierto crecimiento del sector servicios sobre todo en Ponferrada (en 1934 se inaugura el teatro y ya hay varios hoteles).
Tras la Guerra Civil se producirá un nuevo resurgimiento industrial amparado por la autarquía del regímen y la segunda guerra mundial. Hacia 1943 se ponen en explotación los yacimientos de Wolframio, ansiado material estratégico que se empleaba en la elaboración de proyectiles alemanes y cuya extracción convirtió a Ponferrada en escenario de actividades de espionaje y disputas por parte de los contendientes en la IIGM, impulsándose de nuevo durante la Guerra de Corea, creándose el mito de la “ciudad del Dólar” que identificaba a la urbe por sus actividades lucrativas y de dinero fácil o fraudulento.

Ponferrada se convierte en un centro especializado en minería, electricidad y transporte, siendo la ciudad española que mas rápidamente crece entre 1940 y 1960.
En 1960 se inicia la construcción de Compostilla II junto con el embalse y salto de Bárcena, viéndose de nuevo favorecidos los regadíos con la construcción del Canal Alto del Bierzo.
Completándose así la industrialización berciana. Según el Atlas Comercial de España de 1963 el área de influencia de Ponferrada se diferencia nítidamente de las contiguas y rebasa los límites geográficos comarcales integrando Laciana, Cabrera y varios municipios de Orense y también de Lugo, basculando 189.000 habitantes sobre la ciudad. A comienzos de los años 70 un sustancioso porcentaje de la producción eléctrica nacional proviene del Bierzo.
