martes, abril 29, 2008

1808: el batallón de Tiradores del Bierzo

Con motivo de la próxima efémeride del inicio de la Guerra de la Independencia, es justo recordar la más particular participación berciana en este conflicto.
Por su situación el Departamento del Sil (como denominaron los franceses al Bierzo durante su ocupación) fue zona protagonista como tierra de paso por los ejércitos y solar de combates o apresuradas retiradas en varias ocasiones. La cercanía a Galicia desde donde llegaba la peculiar "ayuda" que prestaban los aliados ingleses también acentuaba la importancia del Bierzo en el teatro de operaciones. Es conocida la apresurada retirada del ejército expedicionario inglés a través de nuestra comarca, cometiendo robos y atropellos casi similares a los cometidos previamente por el invasor francés, siendo la Batalla de Cacabelos (3 de Enero de 1809) recordada y hasta hace bien poco conmemorada exitosamente con actos de reenactment, no sabemos muy bien porque actualmente parecen estar interrumpidos, quizás por la intransigencia de alguna retorcida ideología política. Esta batalla en la que partiparon 6000 combatientes y perecieron unos 400 fue el mayor acto militar durante la guerra en la Comarca. Los ingleses se dirigían desordenadamente a los puertos gallegos para reembarcar y decidieron plantar cara en el puente de la villa al francés aunque no supieron sacar gran partido a su victoria táctica y prosiguieron su apresuarada retirada.

Villafranca del Bierzo como capital de la región berciana por aquel entonces, llegó a ser Cuartel General del Ejército de Galicia. Esta importancia estratégica y los consecuentes pasos de ejércitos causaron graves problemas a la población berciana, especialmente en las villas de la Hoya. En Ponferrada, el Rector de la Encina califica con claras citas los acontecimientos: "año 1809, el aciago y triste", "entraron los franceses en esta villa y con ellos la desolación", muchos vecinos huyen a las montañas para escapar de la hambruna y destrucciones -parte del Castillo templario fue arrasado- causadas por la guerra, aumentando la mortalidad -sobre todo la infantil- desmesuradamente. Otras villas como Villafranca o Bembibre fueron saqueadas en repetidas ocasiones por los ejércitos en retirada o durante la ocupación militar francesa. El monasterio de Carracedo fue incendiado y perdió sus archivos, al igual que muchos otros edificios emblemáticos de la zona. Los ingleses eran especialmente gustosos de los caldos bercianos, agotando las ya hurtadas bodegas de Cacabelos y Bembibre.

Pero nos llama la atención la creación de la unidad militar que da nombre a este artículo. Su propio estandarte -con la clásica enseña nacional de la Cruz de Borgoña o de San Andrés-, seguramente parecido al del pendón de Lanzas conservado en el Museo del Bierzo, es una de las fuentes de inspiración para la actual bandera oficial de El Bierzo.
En 1808 son muchos los bercianos que deciden alistarse para defender su tierra, integrándose en los Regimientos de Voluntarios de León (5 de Junio de 1808) que tienen su bautismo de fuego en la terrible Batalla de Medina de Rioseco el 14 de Julio, sufiendo muchísmas bajas por su falta de instrucción frente al mejor ejército de Europa, la Grande Armée. Los derrotados restos forman los batallones de Voluntarios de León, una de cuyas unidades constituida por entre 400 y 500 hombres al mando de D. Leandro Ossorio y Quindós se forma en Villafranca el 1 de septiembre de 1808, y mas tarde sería denominada oficialmente como batallón de los Tiradores del Bierzo por órden del Marqués de la Romana -general de los ejércitos españoles- a principios de 1809, cuando toma el mando el comandante D. Antonio de Ossorio que dirigirá las operaciones militares y de guerrilla en nuestra región.

Sus primeras acciones y las mas comunes serían de pequeñas partidas que capturaban los correos franceses o interrumpían las comunicaciones entre Galicia y la Meseta. En varias acciones de mayor envergadura, logran liberar Congosto capturando la guarnición enemiga o poner en fuga los ejércitos del general francés Soult en el puente de Torre. Hubo otras escaramuzas victoriosas en Magaz de Arriba y otras quedaron en tablas como la del Campo de San Bartolo (Cacabelos).
Sería de mayor importancia su destacada participación en la defensa de la sitiada Astorga desde el 9 de octubre de 1809 hasta el 23 de abril de 1810 en que capitula la plaza. Los bercianos son hechos prisioneros y mandados a Francia, sin embargo muchos con su comandante logran escapar y luego reorganizarse, logrando interrumpir las comunicaciones del enemigo con Galicia. Lucharían posterirmente en la Batalla de la Cepeda y en La Bañeza, llegando a Valdeorras el 25 de Agosto donde se integran en el Ejército de Galicia. El batallón fue disuelto (1811) y restaurado mas tarde, aunque fue definitivamente eliminado en la reforma del 8 de mayo de 1812.

En otro orden de cosas también es digno recordar la figura de Rafael Canedo, arriero según parece originario de Camponaraya, que fue fusilado como uno de los principales cabecillas populares del Levantamiento del Dos de Mayo de 1808 en Madrid, cuyo bicentenario celebramos los próximos días. Hay quien precísamente lo identifica con el hombre de la camisa blanca que aparece en el famoso cuadro de Goya.